Locutores radiofónicos

Bueno, no voy a decir mucho en este, mi primer post, simplemente...escuchen y sepan que la carne pueden congelarla tan solo una vez y que el pescado no huela a amoniaco ni a ojos opacos.

Maya

Un garbanzo en el suelo, en plena clase de sociología, en la facultad, está totalmente fuera de contexto

--Basado en hechos reales

Le debo una explicación a la chica de blanco que estaba sentada al lado de la chica de rojo. Ese es el motivo de este escrito. Empecemos por el principio:

Cuando conocí a los otros 3 componentes del Consejo de Sabios (que aún no era tal) caímos en la cuenta de que pasabamos demasiado tiempo en la cafetería, y, como se hace en estos casos, debíamos jugar a las cartas.

Numerosos fueron los días en los que, frente a un mollete vegetal con queso (¿y con jamón?, Si, jamón también) nos hemos saltado clases jugando al hijoputa.

Un buen día llegó Vayeciyos, cansado de la baraja española, y nos mostró un nuevo juego: ¡El Poker!

Para jugar al Poker hay que apostar algo, y, hartos de recortar papel, y como no teníamos fichas, apostamos garbanzos.

Alguien debía traer, por tanto, garbanzos.

Esta tarea estaba encomendada a Vayeciyos, pero como tiene la costumbre de venir de granada los miércoles y volverse los jueves por la tarde, tendría que adoptar yo su papel.

Tiempo ha que saqué la bolsa continente de garbanzos de mi mochila, pero, por error, debió escaparse uno, para quedarse en el submundo del fondo del bolsillo pequeño, inmerso entre pilas gastadas del mp3, monedas de 5 y 10 céntimos y vales descuento del "BOCATÍN" que nos daba todos los días aquel chico tan pesado, que yo ya conocía porque estudió el bachiller de arte en "San Telmo" conmigo. Se ve que le salió mal la selectividad o algo, si no no estaría repartiendo propaganda, digo yo. Aunque bien pensado, en la facultad sí que está; es decir, a su madre, por la mañana, le dirá "mamá, que me voy a la facul", y no será mentira, y cogerá el 20, etc.

De cualquier modo, el hecho de que me conociera favoreció notablemente que me diera la vara más de lo normal, llenándome de vales descuento la maleta y haciéndome jurar que iría a la cervecería (y eso que no me gusta la cerveza, lo que no quiere decir que no me la beba, pero bueno). Mientras me hablaba, yo hacía esfuerzos por recordar su nombre. Nunca lo conseguí. No me importa demasiado, porque el tampoco se sabría el mío, muy probablemente. La cervecería debió quebrar, porque ya nadie reparte vales descuentos del "BOCATÍN". O se ha muerto el dueño. O ambas cosas. O ninguna.

El garbanzo que se quedó, estuvo largo tiempo en la mochila, porque la bolsa la saqué de la misma el día que fuimos a comer a casa de un amigo de Vayeciyos que se llama (se apellida) Moreno, y nos hizo paella. Y nos explicó cómo debe estar el arroz para que no se pase. Aquel día hacía mucho viento y, al volver, casi me tira de la moto una caja de un televisor Philips de plasma que volaba azarosamente guiado por las manos del destino. Hace ya 4 semanas lectivas y Semana Santa de aquello.

Este garbanzo fué el que saltó al suelo, en plena clase de sociología, en la facultad, que rebotó causando un particular sonido que atrajo tu mirada y causó tu incomprensión ante el hecho. Incomprensión que, sinceramente, entiendo; porque, un garbanzo en el suelo, en plena clase de sociología, en la facultad, está totalmente fuera de contexto.

Con este escrito quería paliar tu animadversión en la mirada que me lanzaste, que decía sin hablar "¡menudo friki!". Quería evitar que tu mente vagara por el vacío, sin encontrar respuesta ante tamaña agresión a la lógica establecida durante siglos y siglos, teóricos y teóricos, Platones y Aristóteles. Aquel garbazo, según la teoría de Heráclito, estaba allí por el devenir del mundo que se repite, según Platón, aquel garbanzo era, tan solo, el reflejo de la idea de "garbanzo", según Parménides, representaba el "ser", en contraposición del "no ser", que sería el "no garbanzo"; pero la realidad es que, aquel garbanzo, podía haber sido una ciega, una apuesta, o incluso, un all-in . Quería explicarte la explicación (valga la redundancia) de que aquel garbanzo, en el suelo en plena clase de sociología, tenía su porqué, pese a que, como ambos sabemos, un garbanzo en el suelo, en plena clase de sociología, en la facultad, está totalmente fuera de contexto.


CLASE DE SOCIOLOGÍA, FACULTAD DE CC. COMUNICACIÓN, MÁLAGA. 12:24 PM



P.D.:Dedicado al chico de la propaganda de "BOCATÍN", a la limpiadora de mi portal que nunca me devuelve los "buenos días" (así te mueras), a Javi cantero (hijo del Fari), a Marco Polo que nos trajo el papel de China (muchas gracias) e inventó el juego de pasillo y/o piscina, a Milán que nos mostró las gomas de borrar y al inventor del papel de plata (o papel de orillo) que lo mismo sirve para tapar una tarta de cumpleaños en la nevera, que para hacerte un chiné.

Willy the bee, con frases sueltas y demagogias varias de Xero_Phuss.

(Si, mamá, esto es lo que hacemos en clase)

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